#MaestroZimbrón
Una cuestión de GeologĆa.
Estamos muy contentxs que a el maestro Zimbrón se haya sumado a los colaboradorxs de Sumario Tierra con una serie de ejercicios dirigidos a ceramistas en donde elabora consejos prĆ”cticos sobre la creación artĆsticas a partir de la cerĆ”mica.
David Zimbrón Ortiz es un artista mexicano multidisciplinario; su producción incluye exposiciones de pintura, cerĆ”mica, esmalte, joyerĆa, collage y arreglos florales. La cerĆ”mica ha sido parte esencial de su pensamiento creativo. Como articulista y conferencista ha difundido diversos aspectos relacionados con la cerĆ”mica, desde su historia como disciplina artĆstica hasta sus procedimientos fĆsico-quĆmicos y termodinĆ”micas, pasando por aspectos tĆ©cnicos y de compatibilidad con otros materiales.
#MaestroZimbrón responde:
En la Naturaleza muchas sustancias aparecen en forma sólida, es decir, que conforman cristales. Los cristales son sustancias cuyas molĆ©culas se encuentran perfectamente ordenadas formando planos de superficie de distintas caracterĆsticas. Esta condición es la que los distingue de otros estados de la materia, tales como los vidrios, los lĆquidos, los gases y el plasma.
La formación de cristales en la naturaleza se produce a partir de los componentes que se encuentran en estado lĆquido debido al inmenso calor del Magma, y sus molĆ©culas se van ordenando en lapsos muy largos y en condiciones de presión y enfriamiento especĆficos.La viscosidad de un componente es la magnitud fĆsica que mide la resistencia interna al flujo de un fluido. Esta resistencia es producto de las fuerzas de interacción de las molĆ©culas que se deslizan unas contra otras. El inverso de la viscosidad es la fluidez. AsĆ, un lĆquido muy viscoso se dice que es āespesoā, mientras que uno poco viscoso, se dice que es āaguadoā. Con esta definición afirmamos que, si un lĆquido muy viscoso se enfrĆa rĆ”pido, se endurece tan pronto que sus molĆ©culas no pueden reorganizarse en forma de un cristal y, al rigidizarse, conforma un vidrio, es decir, una estructura sin forma que puede llamarse tambiĆ©n ālĆquido sobre enfriadoā o bien, āsólido amorfoā.
Y para que algún componente recristalizar, se requiere que éste sea de baja viscosidad y que vaya enfriando suficientemente lento para permitir que sus moléculas se ordenen nuevamente para transformarse, al final, en un verdadero sólido.
Un diamante de gran tamaño requiere, entonces, de un muy largo tiempo de enfriamiento y condiciones especiales de presión para poder organizarse como cristal único.
Aunado todo ello a que no se llene de impurezas ni de agentes colorantes durante el lapso de conformación, es lo que justifica, hasta cierto punto, su alto costo.
Y lo mismo va a suceder con los esmaltes cerÔmicos. No todos ellos requieren de una curva de enfriamiento especialmente lenta, pero para lograr, pues, el fenómeno de recristalización de algunos de ellos sà es indispensable que los esmaltes sean de relativamente baja viscosidad y que sufran una curva de enfriamiento mÔs lenta de lo habitual. Tal es el caso de los esmaltes mates y de grandes cristales de willemita (ZnSiO3), y los vidriados de cristales de piroxeno como aquellos de aventurina y de polvo de té.
Federika estaba mortificada porque de pronto, sus esmaltes cristalizados no salieron como esperaba. Si un horno estÔ muy saturado de piezas, el enfriamiento serÔ mÔs lento que lo normal; pero si tiene poca carga, este enfriamiento puede ser lo suficientemente acelerado e impedir el fenómeno de recristalización. Para estos casos, se recomienda que, una vez alcanzada la temperatura de maduración, se disminuya la presión de gas y se deje prendido un solo quemador hasta que el horno alcance los 1080°C.
